Las historias policiales revelan aspectos de la sociedad que, por lo general, pasan desapercibidos y que , por otra parte, para muchos tienen su lado atractivo, aunque es claro que se trata de excepciones de la vida habitual. En la Tierra del Fuego, con una sociedad en formación, se produjeron hechos singulares, pero también otros que forman parte de los humano, tanto en lo social como en lo individual. En este libro, se podrán leer documentos que iluminan tres facetas muy diferentes y es necesario insistir en que no se trata de historias sino precisamente de documentos, recogidos en distintos lugares y momentos, que dejan campo a la imaginación.La primera parte se refiere a los restos de la población indígena, con hechos ocurridos alrededor del comienzo del siglo XX y en la década del 30. Se puede ver como, pese a los esfuerzos de las entidades religiosas, llevaban una vida indigente y, por lo común, marginal.Luego el panorama cambia totalmente. Todo parece centrado en un individuo, el español Eduardo puente Carracedo, cuya presencia en Ushuaia resulta un enigma. La primera lectura de quien pregonaba el anarquismo parece la de un aventurero desquiciado, pero puesto todo en le marco de una larga actividad internacional, queda abierto el interrogante de si no formaba parte de un movimiento que desde Europa quiso trastornar el sur argentino.Finalmente, se transcriben los documentos policiales de varios casos diversos ocurridos en la capital fueguina, también en épocas diferentes, que van desde los negocios turbios hasta la corrupción moral. Vale la pena repetir que la reacción en su contra revela la media positiva de la sociedad