En este breve ensayo nos proponemos hacer, un poco sin ton ni son, aunque sin perder el norte, un breve excursus, para que de alguna manera se desmoronen nuestros firmes principios de seguridad racional y volvamos, con manos temblorosas a través de los milenios ya consumidos y de los que se van consumiendo al paso de nuestras vidas, para deshacer uno de los más graves entuertos de la humanidad, sobre todo de la humanidad que se ha creído a sí misma culta y erudita. Se trata de meter nuestras manos en los cubos de la basura histórica donde yacen millones de valores, cuya ausencia ha hecho de la humanidad una especie de momia robotizada, expuesta al impensable suicidio nuclear en un futuro próximo y envuelta ya en una indigencia que abarca a la mayor parte del género humano.Aquí nos hemos reducido a subrayar los más valientes y los más valiosos testimonios de los grandes hombres del Progreso que no han tendio miedo ni vergenza ni siquiera asco en meter sus manos en los millones de cubos donde se esconde, desde hace siglos, lo mejor y lo más granado de los valores humanos. Hemos sido fieles a su espontaneidad, y por eso les hemos dejado hablar a ellos.Ellos son: E. Fromm, F. Nietzsche, K. Popper, A. Glucksmann, E. Morin, M. Ferguson, A. Finkielkraut, J. Eccles, P. Feyerabend, C.G. Jung, entre otros. -J.M.G.R.