A través de estas crónicas intento compartir vivencias y sensaciones internas, expresar afectos que nos afectan, dejar testimonio no de una abstracción, sino de percepciones vivas, de las emociones que producen ciertos acontecimientos. Crear un punto de encuentro entre el lector y los protagonistas anónimos y desconocidos de hechos que suceden, pero que la construcción de la historia oficial desconoce. Mostrar algunas historias alternativas y complementarias, rescatar y reivindicar voces silenciadas y marginadas. He buscado siempre convertir el viajar en una confrontación de la cultura de la que procedemos, de los propios prejuicios, de las resistencias, al encontrarnos con la otredad , con la incomodidad de lo diferente, y eso es lo que enriquece. Este libro es una recopilación de crónicas de viajes en los que he buscado un acercamiento a alguna experiencia educativa o en relación a las niñeces, intentando que no se tratara solo de una contemplación, sino de una participación y una transformación. Francis Rosemberg busca en las crónicas de este libro ese viaje que va al encuentro con el Otro, ante el que se sienta de igual a igual a interactuar, a nutrirse de la asperosidad de lo distinto. El hombre y la mujer del paisaje son el mejor reflejo de la circunstancia natural que los define y los modifica por adaptación al medio. La autora busca esas intersecciones entre la naturaleza y la cultura, ese camino incierto que ella recorre en viajes que vuelven a suceder en la cabeza del lector, a partir de la palabra escrita . (Del Prólogo de Julián Varsavsky)