Nuestros actuales científicos de la naturaleza han continuado desplazando con su fría funcionalidad el deseo ético-moral de las religiones con evidencia y mediación valorativa. El hombre moderno es cada vez más consciente de ello y busca soluciones. En lo oculto existe una lengua común. Son los números los que llenan el permanente vacío y elevan las aparentes contrariedades. Cuentan y narran al mismo tiempo y con ello consiguen una nueva visión del mundo. Los grandes pensadores siempre lo han señalado: "La verdadera realidad no son las cosas simples de este mundo, sino las primitivas ideas plásticas... Dado que esto es lo primero que se debe aprender. Esta es la sabiduría descriptiva: el correcto conocimiento del uno, del dos y del tres..." PLATON.