Margherita Fíncalo nos presenta, una vez más, un libro que es revelación y ayuda. Revelación de la presencia de Dios en nosotros, como sustancia, fuerza, Amor y vida.Y ayuda, porque las palabras de Amor que aquí están sembradas, son reales cascadas de Amor. Y, a fuerza de leerlas, uno siente que es verdad. Que el Amor nos ha creado, nos crea y nos mantiene en la vida. Y los avatares, el dolor, las preocupaciones, los sinsabores, los miedos, poco a poco menguan, se reducen, como cuando miramos a lo lejos con el catalejos del revés y todo es mucho más pequeño. Es un libro que puede parecer difícil a una primera lectura, o repetitivo, y no es así. Las repeticiones al final calan en el lector, porque el Amor, el Amor más alto y más sublime, necesita de estas repeticiones, porque el ser humano no siempre lo siente o lo capta la primera vez. Amor de Dios por la Creación, pero sobre todo por ese hombre que busca, y no encuentra, y lo tiene todo en sus manos. Este es, realmente, un libro de revelación y ayuda.