La primera edición de la Práctica de conjurar la publicó Francisco García Fernández en el año 1673, en Alcalá de Henares, y es actualmente rarísima, aunque un ejemplar de ella se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Esta edición, que ahora se reproduce en facsímile, es virtualmente inencontrable. Rara como la mayor parte de estos libros, ávidamente utilizados por curas de aldea, mal conocedores del latín y de unas prácticas utilizadas desde los primeros tiempos del Cristianismo, y hábil y eruditamente repertoriadas y catalogadas por un Nider o por el manual más popular entonces en el viejo mundo, el "Malleus maleficarum". También rara si tenemos en cuenta el desprestigio de este tipo de prácticas a partir del siglo XVIII, en que un Feijoo empieza a morder lo fantasioso que a veces resulta todo esto.